El reconocimiento no solo tiene un componente económico, sino que simboliza un respaldo institucional a iniciativas que demuestran que el desarrollo y la conservación pueden ir de la mano. En la ceremonia de entrega, representantes del Ministerio del Ambiente resaltaron que este tipo de proyectos son clave para avanzar hacia un modelo económico más inclusivo y sostenible, que valore el conocimiento ancestral de los pueblos indígenas y su rol como guardianes de la naturaleza. Asimismo, señalaron que el emprendimiento galardonado es un ejemplo inspirador de cómo las comunidades pueden liderar procesos de transformación en sus territorios, a partir de la valoración de sus propios recursos y saberes.
Por su parte, las integrantes de la Asociación de Mujeres Productoras de Cacao expresaron su orgullo y satisfacción por el reconocimiento, y reafirmaron su compromiso de seguir trabajando en favor de la biodiversidad y el bienestar de su comunidad. Indicaron que los 50 mil soles recibidos permitirán fortalecer la infraestructura de producción, mejorar los procesos de fermentación y secado del cacao, y explorar nuevos mercados para comercializar sus productos, tanto a nivel nacional como internacional. El premio, aseguraron, representa una motivación adicional para continuar apostando por un modelo productivo que respete la tierra y promueva el desarrollo integral de la población.
El programa “Emprendimientos que Conservan”, que hizo posible este reconocimiento, se desarrolla en el marco de las estrategias nacionales de conservación de la biodiversidad y lucha contra el cambio climático. La iniciativa busca identificar, fortalecer y visibilizar negocios comunitarios que generan beneficios ambientales y sociales, y que contribuyen a la protección de ecosistemas estratégicos como bosques amazónicos, páramos y humedales. Desde su lanzamiento, el programa ha apoyado a diversos emprendimientos en distintas regiones del país, con el objetivo de demostrar que es posible combinar el crecimiento económico con la protección de la naturaleza y la inclusión social.
El caso del emprendimiento de Queros se convierte así en un testimonio vivo del impacto positivo que pueden tener las acciones comunitarias cuando son respaldadas por políticas públicas y alianzas estratégicas con la sociedad civil. En un contexto en el que el Perú enfrenta desafíos crecientes en materia ambiental y de desarrollo sostenible, iniciativas como esta ofrecen una hoja de ruta para construir un futuro en el que el respeto por el ambiente y el progreso económico no sean metas opuestas, sino complementarias.
El galardón otorgado a las productoras de cacao del Cusco también pone en valor el papel de la mujer en los procesos de conservación y desarrollo sostenible. Las integrantes de la asociación han logrado consolidar un liderazgo que no solo impulsa la economía local, sino que refuerza el tejido social y promueve la equidad de género en sus comunidades. Su trabajo contribuye a preservar variedades de cacao nativo que forman parte del patrimonio genético del país, al tiempo que protege ecosistemas que cumplen funciones esenciales para la regulación del clima y la provisión de servicios ambientales.
Con este premio, el Gobierno peruano y Conservación Internacional reafirman su compromiso de seguir apoyando a los emprendimientos que, desde los territorios, aportan al desarrollo sostenible y a la conservación de la biodiversidad. La experiencia de la comunidad de Queros es un ejemplo de esperanza y acción que invita a seguir construyendo un Perú que valore y proteja su riqueza natural y cultural.