La tendencia al alza también se explica por los esfuerzos del gobierno vietnamita y del sector privado para atraer a mercados emergentes como el de la India. En los últimos años, se han multiplicado las campañas de promoción turística, se ha facilitado la tramitación de visados y se han fortalecido los acuerdos bilaterales para impulsar el flujo de visitantes. La conectividad aérea ha sido clave en este proceso, con nuevas rutas directas desde ciudades como Nueva Delhi y Mumbai hacia destinos vietnamitas, lo que ha reducido los tiempos y costos de viaje, haciendo de Vietnam una opción cada vez más competitiva.
El viajero indio actual muestra un perfil cada vez más diverso, que va desde familias en busca de vacaciones junto al mar, hasta jóvenes profesionales interesados en experiencias culturales, gastronómicas y de bienestar. Vietnam, con su capacidad de ofrecer productos turísticos adaptados a todos estos segmentos, se ha convertido en una opción versátil que combina autenticidad, buen clima y precios accesibles. Además, la afinidad cultural, la simpatía por la cocina asiática y el creciente interés por el turismo experiencial y sostenible son factores que han fortalecido esta conexión entre ambos países.
Phu Quoc, conocida como la "isla de las perlas", se ha convertido en una de las grandes revelaciones para el mercado indio. Sus playas vírgenes, sus resorts de lujo y sus parques naturales han captado la atención de un público que busca descanso, belleza escénica y contacto con la naturaleza. Del mismo modo, Da Nang ha ganado notoriedad por su oferta equilibrada de turismo urbano, patrimonio histórico y zonas de playa, mientras que Nha Trang, con su infraestructura hotelera y sus actividades náuticas, se posiciona como un destino ideal para quienes combinan ocio y aventura.
El auge del turismo indio en Vietnam también representa una oportunidad para diversificar el origen de los visitantes, en un contexto en el que el país ha buscado reducir su dependencia de mercados tradicionales como China, Corea del Sur y Japón. La reactivación postpandemia ha obligado a los destinos turísticos del sudeste asiático a repensar sus estrategias y apostar por nuevos emisores. En este sentido, India, con una clase media en expansión, una población joven y un creciente apetito por los viajes internacionales, se presenta como un aliado natural para el futuro del turismo vietnamita.
Las autoridades turísticas de Vietnam han manifestado su compromiso con el desarrollo de productos y servicios adaptados a las necesidades del mercado indio, incluyendo opciones vegetarianas y sin carne de res en la oferta gastronómica, la formación de guías en inglés e hindi, y la promoción de paquetes personalizados para bodas, lunas de miel y viajes familiares. Asimismo, se han intensificado las acciones promocionales en plataformas digitales, ferias turísticas y redes sociales, buscando posicionar a Vietnam no solo como un destino de playa, sino como una experiencia completa de descubrimiento y hospitalidad.
Este notable aumento del interés desde India representa no solo una cifra positiva en términos económicos, sino también un indicio del cambio en el mapa turístico asiático. Vietnam, con visión y planificación, se está consolidando como una joya emergente en la región, preparada para recibir a una nueva generación de viajeros globales.