Uno de los aspectos más destacados de este proyecto es su impacto directo en la comunidad local. Se estima que beneficiará a 561 familias productoras de cacao de los municipios de Puerto Gonzalo Moreno y San Pedro, quienes ahora tendrán la oportunidad de transformar su materia prima en productos de mayor valor agregado. Además, la planta generará aproximadamente 220 empleos directos e indirectos, dinamizando la economía regional y mejorando la calidad de vida de sus habitantes.
Víctor Vargas, director del Fondo Nacional de Inversión Productiva y Social (FPS) en Pando, entidad encargada de la ejecución del proyecto, ha enfatizado la importancia de esta iniciativa para promover la soberanía alimentaria y la industrialización de productos locales. Según Vargas, la planta no solo busca agregar valor al cacao, sino también mejorar los ingresos de las comunidades y fomentar prácticas sostenibles en la producción.
El enfoque sostenible de la planta es otro de sus pilares fundamentales. Los residuos generados durante el proceso de transformación, como las cáscaras de cacao, serán reutilizados para producir abono orgánico, contribuyendo así a la reducción del impacto ambiental y promoviendo una economía circular.
La logística para la puesta en marcha de la planta ha sido cuidadosamente planificada. Los equipos industriales, que ya se encuentran en territorio nacional, serán trasladados por vía fluvial desde Riberalta hasta Puerto Gonzalo Moreno. Se prevé que a mediados de marzo se realicen las primeras pruebas de producción, marcando el inicio de una nueva era para la industria cacaotera de Pando.
La capacitación del personal es un componente esencial para garantizar el éxito de la planta. Se han implementado programas de formación dirigidos tanto al personal técnico como a los productores, abarcando áreas como gestión administrativa, operativa y logística. Esta iniciativa busca asegurar que todos los involucrados cuenten con las habilidades y conocimientos necesarios para operar eficientemente la planta y maximizar la calidad de los productos.
Además del equipamiento principal, la planta contará con vehículos de apoyo, como una camioneta y motocicletas, destinados a optimizar la distribución y el monitoreo en campo. Estas herramientas facilitarán la logística y garantizarán una cadena de suministro eficiente desde la recolección del cacao hasta la distribución de los productos finales.
La región de Puerto Gonzalo Moreno es reconocida por la abundancia de cacao nativo y cultivado en sistemas agroforestales sostenibles. La implementación de la planta procesadora representa una oportunidad invaluable para capitalizar este recurso natural, permitiendo a los productores locales acceder a mercados formales con productos terminados de alta calidad. Esta transformación de materia prima a productos elaborados incrementará la rentabilidad de los productores y posicionará a Pando como un referente en la industria cacaotera.
La visión a largo plazo de este proyecto es ambiciosa. Además de satisfacer la demanda interna, se espera que la planta abra las puertas a la exportación de productos derivados del cacao, aprovechando la creciente demanda mundial de chocolates y otros derivados de alta calidad. Esto no solo generará ingresos significativos para la región, sino que también elevará el prestigio del cacao boliviano en el mercado internacional.