Bangkok escala posiciones gracias a su reconocida relación calidad-precio. La oferta se ha modernizado con centros comerciales de nueva generación, espectáculos nocturnos y propuestas de bienestar urbano. La hotelería local, por su parte, mantiene tarifas competitivas y un servicio que fideliza. Para quien busca combinar templos, mercados y cocina tailandesa contemporánea, la capital ofrece un itinerario compacto y con gran variedad.
Seúl capitaliza el impulso de la ola cultural coreana. Barrios creativos, diseño, tiendas de tendencia y una gastronomía que va del hanjeongsik a conceptos de autor conforman una propuesta potente para públicos jóvenes y grupos de amistad. La ciudad, además, ha mejorado su infraestructura para eventos invernales y experiencias indoor, lo que la hace especialmente atractiva en febrero.
Sídney y Melbourne confirman que Oceanía sigue en el radar pospandemia. El verano austral multiplica planes al aire libre, festivales y rutas costeras. Sídney atrae por su icónica bahía, su agenda cultural y el acceso rápido a playas y parques naturales. Melbourne seduce con cafés de culto, museos, arte urbano y excursiones a la Great Ocean Road o a regiones vinícolas cercanas. Para el viajero que desea celebrar el Año del Caballo con un giro distinto, Australia combina cosmopolitismo y naturaleza.
El CNY continúa siendo la mayor migración anual del planeta. Su fuerza arrastra también la demanda internacional. En 2025, Tokio, Osaka, Bangkok y Singapur ya habían despuntado como polos de atracción. Para 2026, aerolíneas y agencias están ajustando capacidad en torno a las fechas clave. Quien aspire a captar esta ola deberá activar campañas desde el último trimestre del año previo, con mensajes de inspiración, promociones tácticas y políticas de cambio flexibles.
La curaduría de itinerarios será determinante en los city breaks más demandados. En Singapur, Hong Kong o Seúl conviene alternar iconos y experiencias de barrio. Reservar con tiempo entradas a miradores, espectáculos y restaurantes evita contratiempos. Los contenidos útiles marcan la diferencia: horarios especiales durante la festividad, disponibilidad de transporte y pautas de pago digital para visitantes extranjeros.
En escapadas de media distancia como Bangkok, el valor añadido llega con tours a medida y acceso garantizado a mercados, templos y shows populares. En Sídney y Melbourne, la clave está en enfatizar el verano al aire libre, crear bundles que integren vuelos, hotel y experiencias confirmadas, y asegurar traslados sin fricciones entre aeropuertos, zonas costeras y sedes de eventos.
Conviene recordar que el Año Nuevo Chino de 2026 cae el 17 de febrero. Muchos establecimientos adoptan horarios reducidos o cierres en los primeros días festivos. Planificar con antelación, usar sistemas de reserva y confirmar políticas de cancelación evitará sorpresas. Para familias y grupos, elegir alojamientos bien conectados reduce tiempos de desplazamiento y mejora la experiencia general.
Con un reparto de demanda que favorece a los grandes hubs del Sudeste Asiático y a dos iconos australianos, el CNY 2026 consolida la vuelta a un turismo regional dinámico y selectivo. La eficiencia logística, la calidad del servicio y la promesa de experiencias memorables pesan tanto como el precio final. Quien combine claridad informativa, conectividad y propuestas auténticas tendrá la mejor opción de convertir el interés en reservas firmes.