El Centro de Operaciones Estratégicas (COE), instalado en la Universidad Nacional de Luján, funcionó como cabeza del monitoreo integral del evento. Allí se coordinaron esfuerzos institucionales con la presencia de autoridades clave, entre ellas la jefa de Asesores del Gobernador, Cristina Álvarez Rodríguez; el intendente de Luján, Leonardo Boto; representantes del Arzobispado de Buenos Aires; y funcionarios de las carteras de Culto, Comunicación Institucional, Residuos Sólidos Urbanos y Economía Circular. Fue desde ese centro desde donde se supervisaron operaciones que incluyeron hospitales móviles, helicópteros sanitarios, ambulancias, patrullas, puntos de reciclaje, escenario central con pantallas y luces LED, y servicios complementarios.
La resolución provincial N.º 1469, vigente desde 2022, regula los protocolos de movilizaciones religiosas masivas que cuentan con respaldo del Estado. En consonancia con esa normativa, el dispositivo de esta peregrinación incluyó cuatro hospitales móviles, dos helicópteros (uno de carácter sanitario y otro destinado a tareas de seguridad), quince ambulancias, ochenta baños químicos, más de doscientos patrulleros, setenta y seis motos, personal médico y de defensa civil, junto con puntos estratégicos de hidratación, alimentación y reciclaje. Cristina Álvarez Rodríguez comentó: “En la 51.ª Peregrinación a Luján nadie caminó solo: el Estado provincial estuvo presente para cuidar y asistir a cada peregrino y peregrina”.
La mirada institucional también hizo hincapié en que esta fue la primera edición sin la presencia física del Papa Francisco, figura que ha acompañado tradicionalmente este evento espiritual. No obstante, se destacó que su espíritu y bendición acompañaron simbólicamente a quienes caminaron durante todo el trayecto. En palabras de la funcionaria provincial: “Sabemos que estuvo con nosotros espiritualmente, acompañando el camino como siempre”.
El operativo fue tarea conjunta de múltiples ministerios provinciales: Salud, Infraestructura, Seguridad, Desarrollo de la Comunidad, Transporte y Ambiente, trabajando en coordinación estrecha con los municipios de Tres de Febrero, La Matanza, Morón, Ituzaingó, Merlo, Moreno, General Rodríguez y Luján. Esa articulación interinstitucional aseguró el funcionamiento armónico de los servicios esenciales y permitió que la peregrinación transcurriera con orden, amplitud logística y atención a cada necesidad emergente.
La cifra movilizada confirma el carácter masivo y persistente de esta manifestación espiritual colectiva. La peregrinación no sólo representa un acto de devoción, sino también un momento de encuentro social, de testimonio público de la fe y de reafirmación comunitaria. La combinación entre el esfuerzo de los peregrinos, apoyados por organismos estatales y eclesiásticos, dio como resultado una jornada memorable que quedará grabada en la memoria de muchos participantes.
La participación masiva demuestra que, aún en tiempos complejos, miles de personas eligen caminar juntas, sostener su compromiso espiritual y recibir acompañamiento institucional. La 51.ª Peregrinación a Luján será recordada no solo por su cuantía numérica, sino por la armonía entre lo humano, lo divino y lo organizativo. En cada paso, una plegaria; en cada puesto de asistencia, una muestra de cuidado; y en el destino, la Casa de la Madre que da abrigo espiritual a quienes caminan con esperanza.