Nagadeepa (Sri Lanka): la isla del reencuentro espiritual

05-10-25

En medio del Palk Strait, entre el litoral nororiental de Sri Lanka y la costa de la India, se yergue una pequeña isla de apenas 4,22 km² cuyo silencio resuena con una armonía extraña para los ojos del mundo moderno. Se llama Nagadeepa —aunque muchos la conocen como “la Isla de la Reconciliación”— y aquí, cada mañana al amanecer, se repite un milagro cotidiano: budistas y hindúes oran, ofrecen lámparas y salmodian plegarias compartiendo el mismo espacio sagrado, sin distinción ni artificios. Este lugar es el único en Sri Lanka donde la devoción interconfesional no solo es tolerada, sino cuidadosamente protegida como legado vivo.

Quien desembarca en la vieja pasarela del ferry en Kurikadduwan llega a una isla donde lo imposible parece normal. Tamil hindúes se arrodillan junto a monjes sinhaleses, ambos encendiendo aceite en lámparas que se elevan con la bruma matinal. No es un montaje para turistas ni una ceremonia estatal: es la rutina espiritual de una comunidad cuyo pacto con la memoria y la fe trasciende las grietas del pasado. El apodo de “isla de reconciliación” surgió tras el fin de la guerra civil: aquí, las comunidades no solo conviven, se defienden mutuamente, salvaguardando sus templos y su sacralidad con celo compartido.