En este sentido, recordó que el éxito turístico no se mide únicamente por cifras de visitantes, sino por la capacidad de generar empleo, reinvertir las ganancias y fortalecer estructuras nacionales de conectividad, como aeropuertos, puertos, redes de carreteras y electrificación. Angola, por su parte, ha puesto en marcha proyectos que ilustran esta estrategia: entre ellos, destaca el aeropuerto internacional Dr. António Agostinho Neto, el centro de convenciones en construcción en Luanda y el corredor del puerto de Lobito que conecta con las regiones mineras de la República Democrática del Congo y Zambia.
Desde Mozambique, Fredson Bacar enfatizó otro componente esencial: la sostenibilidad ambiental vinculada al turismo. El país cuenta con más de 2 700 kilómetros de costa y cerca del 25 % de su territorio está destinado a áreas de conservación natural, lo que plantea tanto oportunidades como desafíos en la expansión del turismo. Bacar subrayó que, al respetar esos espacios y promover modelos de turismo responsable, se puede generar empleo para jóvenes del país y atraer inversiones con impacto social y medioambiental positivos.
Cabe destacar que Mozambique fue recientemente reconocida como el “Mejor Destino de Turismo Sostenible del Mundo 2025” en los World Tourism Awards 2025, un reconocimiento que pone de relieve sus esfuerzos por armonizar turismo y naturaleza.
El ministro egipcio Sherif Fathy presentó a Egipto como un modelo que otros países africanos pueden mirar con atención. Indicó que la expansión del turismo en Egipto se sustenta en una combinación de conectividad aérea crecida —por ejemplo, una región costera del norte registró un aumento del 500 % en el tráfico aéreo este verano—, infraestructura turística robusta (aeropuertos, carreteras, ferrocarriles) y una política formativa que prepara a jóvenes locales mediante internados y alianzas con instituciones internacionales.
La estrategia del país también abarca una amplia gama de productos turísticos, desde patrimonio cultural hasta playas, desierto y turismo ecológico: “El objetivo es que Egipto se convierta en el principal destino turístico del mundo en los próximos años, dada su variedad inigualable de experiencias”, afirmó Fathy. Además, destacó el papel creciente de la inteligencia artificial para comprender los intereses de los viajeros y adaptar ofertas turísticas en función de segmentos de público muy concretos.
Los tres países coincidieron en que para materializar esas ambiciones es esencial avanzar hacia una regulación más profunda del turismo en África, con acuerdos de “cielos abiertos” que faciliten la movilidad continental, visados reducidos o eliminados entre países, y una mejor comunicación entre destinos.
En clave global, se recordó que África recibió 74 millones de turistas en 2024 —una cifra que representa un aumento del 7 % respecto al periodo pre-pandemia— y se proyecta alcanzar los 82 millones en 2025, lo que la convierte en la región con recuperación más rápida tras la crisis sanitaria.
Este nuevo impulso conjunto envía un mensaje claro: África no es sólo un escenario de turismo emergente, sino que se posiciona como un actor decidido a liderar con modelos propios basados en la cooperación, la inversión sostenible y la creación de valor local. Al vincular infraestructura, empleo, formación, sostenibilidad y marketing inteligente, Angola, Mozambique y Egipto están dando forma a una hoja de ruta que otros países pueden seguir. A medida que los flujos turísticos internacionales buscan destinos más diversos y auténticos, esta estrategia común abre la posibilidad de que el continente amplíe su mercado, mejore su competitividad y ofrezca experiencias únicas a los viajeros del mundo.