En la actualidad, el chocolate representa una industria multimillonaria que involucra a millones de personas en todo el planeta: agricultores, procesadores, distribuidores, artesanos, chefs, investigadores y viajeros. Más allá de su dimensión económica, es un patrimonio gastronómico de enorme riqueza, que inspira festivales, museos, rutas turísticas, talleres de elaboración, investigación científica y experiencias sensoriales que fusionan cultura, naturaleza, ciencia y arte. Sin embargo, la cadena del cacao enfrenta importantes desafíos: el impacto del cambio climático, la necesidad de prácticas agrícolas sostenibles, la justicia social para los productores, la trazabilidad de los productos, la conservación de variedades autóctonas y la resiliencia de los ecosistemas.
En este escenario, la Red Mundial de Destinos Turísticos del Cacao y Derivados desempeña un papel fundamental. Dependencia del Tourism and Society Think Tank, esta Red trabaja en reconectar las regiones productoras con los consumidores, los destinos turísticos y los visitantes, ofreciendo experiencias inmersivas que abarcan desde el cultivo del cacao y su procesamiento, hasta la degustación de chocolates de diversas procedencias y estilos. Su misión es clara: unir a todos los actores de la cadena de valor en un proyecto de desarrollo sostenible, turismo cultural y beneficio colectivo. Más información en www.tourismandsocietytt.com/red-mundial-turismo-cacao-y-derivados.
La Red persigue objetivos estratégicos que se entrelazan en una misma visión. En el plano del turismo sostenible y educativo, fomenta rutas y redes turísticas que enseñan y sensibilizan acerca del cultivo, procesamiento y producción del cacao y sus derivados, incorporando prácticas agrícolas responsables. En el ámbito de la cultura e identidad local, pone en valor las tradiciones, la historia y el patrimonio ligados al cacao, reforzando su papel en la economía y en la vida cultural de los pueblos productores. En materia de beneficio para las comunidades locales, genera oportunidades económicas reales para productores y demás actores, impulsando un turismo inclusivo que reparte valor en todo el territorio. Y en lo que respecta a experiencias gastronómicas, ofrece a los visitantes vivencias culinarias y sensoriales auténticas, con variedades locales, métodos tradicionales e innovaciones en chocolate que enriquecen la oferta turística.
El alcance de la Red es amplio y diverso. Integra destinos turísticos —ciudades, regiones y países productores—, productores de cacao, empresas gastronómicas especializadas, agencias de viaje, tour operadores, entidades académicas, empresas tecnológicas, asociaciones de sostenibilidad, gobiernos locales y comunidades. Cada miembro aporta un eslabón esencial en la cadena de valor del turismo del cacao, desde el cultivo sostenible y la preservación de variedades tradicionales, hasta la innovación en productos y el diseño de experiencias turísticas inmersivas. Se trata de una red viva, donde la colaboración internacional permite crear sinergias, compartir buenas prácticas y generar un impacto económico y cultural que trasciende fronteras.
El Día Internacional del Chocolate es una oportunidad para que todos —productores, gobiernos, empresas, turistas y consumidores— reconozcamos el trabajo de quienes cultivan el cacao con respeto a la naturaleza y a las comunidades. Es una ocasión para participar en catas, talleres, ferias del chocolate, encuentros gastronómicos, rutas del cacao y museos temáticos; para apoyar productos de comercio justo y chocolate de origen certificado; y para promover políticas públicas que fortalezcan la sostenibilidad, la protección de los ecosistemas y la mejora de las condiciones laborales.
En esta jornada, la Red Mundial de Destinos Turísticos del Cacao y Derivados refuerza su papel como catalizador de un cambio positivo. Por un lado, demuestra que el turismo puede servir como herramienta para conservar el patrimonio natural y cultural; por otro, subraya que el desarrollo turístico ligado al cacao solo tiene sentido si beneficia realmente a las comunidades locales, fomenta prácticas agrícolas sostenibles y respeta el medio ambiente. Su invitación es clara: que destinos, visitantes, organizaciones y gobiernos se sumen a este movimiento, se registren como miembros y promuevan nuevas rutas, eventos y productos que pongan en valor la diversidad varietal del cacao, su historia y su sabor.
El 13 de septiembre, el mundo no solo celebra un alimento que deleita los sentidos, sino también un legado que une culturas, fortalece economías y despierta conciencia. Gracias a la labor de la Red Mundial de Destinos Turísticos del Cacao y Derivados, este día se convierte en una ocasión para mirar atrás y hacia adelante, celebrando un pasado milenario y construyendo un futuro donde el chocolate sea símbolo de justicia, sostenibilidad y conexión humana.