Copenhague transforma la sostenibilidad en un atractivo turístico y más de

Copenhague transforma la sostenibilidad en un atractivo turístico y más de 100 ciudades siguen su ejemplo

09-09-25

Copenhague ha convertido la sostenibilidad en una ventaja competitiva para el turismo, y su innovadora iniciativa ya está siendo observada por más de un centenar de ciudades interesadas en replicarla. La capital danesa, en colaboración con su oficina de turismo Wonderful Copenhagen, ha lanzado el programa CopenPay, que recompensa a los visitantes por acciones respetuosas con el medio ambiente, como desplazarse en bicicleta, recoger basura en los espacios verdes o participar en huertos urbanos, entregando a cambio experiencias y servicios locales gratuitos o con descuento. Durante su fase piloto, el programa inspiró un aumento del 29 % en los alquileres de bicicletas, una señal clara de que los turistas respondieron con entusiasmo a estos estímulos eco-conscientes.

CopenPay opera con un esquema sencillo: el visitante realiza una acción sostenible —por ejemplo, caminar 5.000 pasos, viajar en transporte público, compostar, participar en una limpieza del canal o asistir a un huerto urbano—, y presenta alguna prueba, como una foto o un ticket. Todo se basa en la confianza: ese ADN danés que confía en la honradez ciudadana. Las recompensas son muy variadas y reflejan valores culturales del país: se incluyen entradas gratuitas a museos, paseos en kayak, café, una clase de yoga, degustaciones y hasta acceso a sauna —como es el caso del CopenHot—, entre otros beneficios locales desarrollados por más de 90 aliados comerciales.

El programa no solo busca reducir el impacto negativo del turismo, sino hacer del acto mismo de visitar la ciudad una experiencia más significativa y sostenible. Livia Haaland, cofundadora de Øens Have, un huerto orgánico en la ciudad, destaca que CopenPay permite conectar a los visitantes con lugares que encarnan el compromiso de Copenhague con la innovación climática, la comunidad y el bienestar. Por su parte, Tobias Weber-Andersen, fundador de la ONG GreenKayak, comparte la sorpresa que sienten los turistas al descubrir cuánta basura flota en los canales: “Recogiendo apenas tres kilos en dos horas”, explica, “experimentas una epifanía para vivir de un modo más sostenible”.

Esta iniciativa surge en respuesta a un desafío identificado por la oficina de turismo: aunque el 80 % de los visitantes manifestaba el deseo de actuar de forma más sostenible, solo uno de cada cinco sabía cómo hacerlo. CopenPay, entonces, busca cerrar esa brecha entre intención y acción, usando incentivos positivos que, además, fomentan descubrir rincones menos conocidos de la ciudad.

La idea está dando de qué hablar: más de cien ciudades ya han mostrado interés en estudiar el modelo de CopenPay, viendo en él una posible alternativa a las restricciones o medidas anti-turísticas —como las cuotas, tasas o prohibiciones— que se imponen en otras capitales saturadas, como Barcelona o Venecia, donde el exceso de turismo ha generado conflictos entre visitantes y residentes.

En ese sentido, CopenPay representa una forma creativa de gestionar el turismo: en lugar de desalentar al visitante, le propone convertirse en “intermediario local”, un invitado que actúa como si fuera parte de la comunidad, y que aprende nuevas maneras de interactuar con el entorno mientras disfruta de pequeños beneficios.

Aunque el piloto se desarrolló entre el 15 de julio y el 11 de agosto de 2024, los responsables de Wonderful Copenhagen ya evalúan su continuidad. La idea es que el programa pueda volverse permanente y, eventualmente, ser replicado en otros destinos, ampliando la dimensión del turismo sostenible a nivel global.

Copenhague, que se ha propuesto ser una de las primeras capitales carbono neutral, ha experimentado ya una reducción del 42 % en sus emisiones desde 2005, y CopenPay se enmarca como un paso más en ese camino, porque convierte una elección personal —ser ecológico— en una puerta a experiencias únicas, divertidas y significativas. Así, el turismo no solo deja recuerdos, sino que puede sembrar transformaciones positivas en la conducta de sus visitantes.

CopenPay ofrece una mirada fresca: el turismo como motor de inspiración y responsabilidad. No basta con pedir buenos hábitos; se trata de celebrar y recompensar esas decisiones. En ese sendero, Copenhague ya lidera, y otras ciudades observan con atención esta fórmula que premia la sostenibilidad y hace del viaje algo con impacto real.

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