Gebbia, que ya había colaborado con el Department of Government Efficiency (DOGE) en la modernización del sistema de jubilaciones federales, ahora ampliará esa labor. Su enfoque en diseño integral tomará el relevo mediante el NDS, con la misión de implantar estándares visuales consistentes, reducir costos duplicados y asesorar a otras agencias en materia de diseño.
El CDO reportará directamente al jefe de gabinete de la Casa Blanca y estará al frente de un equipo temporal con vocación pública y privada, al que se sumarán diseñadores y profesionales externos de distintas áreas. Su misión incluye priorizar aquellos servicios digitales y físicos que impactan en la vida cotidiana de los ciudadanos, como trámites del IRS, seguridad social, renovación de pasaportes o procesos de inmigración.
Gebbia proclamó en redes sociales que su directriz es “actualizar los servicios gubernamentales para que se sientan tan satisfactorios como el Apple Store: con un diseño atractivo, gran experiencia de usuario y software moderno”, buscando entregar una experiencia que proyecte excelencia nacional y al mismo tiempo simplifique la vida de los estadounidenses comunes.
Los resultados esperados de esta transformación deben materializarse antes del 4 de julio de 2026, fecha emblemática que coincide con la celebración del 250º aniversario de la independencia estadounidense. El NDS tiene un plazo definido de operación de tres años, tras lo cual cerrará sus puertas, según el decreto presidencial.
La relevancia del nombramiento trasciende lo técnico. La incorporación de Gebbia, con experiencia en diseño global y economía digital, como figura clave en el interior del poder ejecutivo, representa una significativa valorización del diseño como herramienta estratégica de gobierno. En palabras de medios especializados, su nombramiento implica poner al “diseño humano en el centro del servicio público”.
Joe Gebbia liderará una de las más ambiciosas reformas digitales del gobierno estadounidense en décadas, orientada a transformar la interacción entre Estado y ciudadanía. A través del National Design Studio, bajo el paraguas de “America by Design”, su labor no solo modernizará plataformas digitales en desuso, sino que aspira a recuperar la confianza y eficiencia en las interfaces del sector público. El desafío será mayúsculo —tanto en escala como en impacto— pero, si triunfa, podría redefinir para siempre cómo el gobierno se presenta al usuario, en un modelo de servicio más accesible, estético y centrado en sus necesidades.