Con honestidad, Scioli admitió que el sector turístico atraviesa una crisis profunda, fruto de la coyuntura económica. Sin embargo, defendió la gestión impulsada por su equipo, destacando resultados tangibles como la eliminación del impuesto a los derechos de propiedad intelectual en contenidos privados para alojamiento, la reincorporación del turismo al programa Cuota Simple, la aprobación de nuevos feriados, créditos del Banco Nación, y la exención de visas para favorecer el ingreso de turistas extranjeros.
El funcionario también explicó su diálogo permanente con provincias y actores locales. Con énfasis, mencionó la creación del programa Promover, diseñado para activar la promoción de destinos durante los feriados largos y las temporadas alta y baja. Además, resaltó la reestructuración interna de la Secretaría para optimizar recursos y asegurar respuestas efectivas a las necesidades del sector.
Hizo hincapié en la importancia del feriado extendido de octubre, producto de su gestión, como plataforma clave para dinamizar la economía regional. “Argentina necesita aprovechar sus feriados como herramientas de estímulo al turismo interior”, afirmó, remarcando también las gestiones realizadas ante el presidente del Banco Nación para crear líneas de crédito que abarcarán a transporte, alojamiento, gastronomía, balnearios, alquiler de autos y productos regionales.
El respaldo del sector privado fue otra de las claves destacadas por Scioli. Mencionó el apoyo explícito de entidades que lo acompañan en estos desafíos y su convicción de que, en tiempos de incertidumbre, un gestor reconocido puede aportar más certezas que una figura nueva.
En materia internacional, adelantó la planificación para promocionar los destinos argentinos: el organismo Inprotur organizará rondas de negocios en 25 países, apoyado por la red diplomática argentina. Estas misiones se complementarán con la eliminación del costo de visas –como sucedió con República Dominicana– para fortalecer el turismo receptivo.
Scioli también reivindicó el valor económico del sector: mencionó que el gasto promedio diario de un turista pasó de 54 a 88,8 dólares, aunque algunas consultoras privadas estiman que podría alcanzar los 200 dólares. Por eso, busca lograr que el INDEC ofrezca estadísticas más ajustadas a la realidad turística, evidenciando que las provincias están mejorando la oferta y generando un perfil de viajero de mayor poder adquisitivo y estadías más largas.
Finalmente, Scioli reconoció que el discurso mediático puede distorsionar la percepción del turismo y apuntó un dato revelador: tras solicitar un desglose ante el Banco Central, se comprobó que más del 20 % de la supuesta salida de dólares atribuida al turismo correspondía en realidad a servicios digitales y comercio electrónico. Una corrección fundamental para distinguir claramente el impacto real de los desplazamientos de argentinos en el exterior.