Además de la cuponera, Salomón Shamah, director de Promtur, ha señalado que otra de las barreras que Panamá enfrenta es la percepción de seguridad. De acuerdo con datos de estudios de mercado, solo un 21% de los viajeros consultados considera que Panamá transmite una imagen segura. Shamah ha señalado que, aunque “Panamá es un nombre conocido, no es un destino bien comprendido”, lo que sugiere que más allá de reconocimiento hay una brecha entre lo que se sabe y lo que se espera.
Por ese motivo, la campaña de promoción internacional se reforzará particularmente en mercados de Europa y Latinoamérica, aprovechando alianzas con agencias de viaje, un canal que actualmente concentra alrededor del 32% de las ventas turísticas globales. Asimismo, Panamá pretende diversificar su oferta turística potenciando el turismo de reuniones y convenciones, lo cual ayudaría a estabilizar los ingresos turísticos y a mitigar la estacionalidad que afecta en muchas ocasiones al sector.
El programa de incentivos representa para Panamá una oportunidad estratégica: aumentar la estadía promedio, elevar el gasto per cápita de los visitantes, atraer turistas con mayor poder adquisitivo y, en definitiva, fortalecer su posicionamiento internacional como destino no solo de paso, sino como lugar de experiencia completa. Asimismo, al trabajar con hoteles y comercios afiliados, el impacto se contempla que beneficie tanto al sector alojamiento como al comercio local, lo que contribuye al desarrollo económico en distintas regiones del país.
No obstante, para que la estrategia sea exitosa, Panamá deberá atender también algunos factores clave. En primer lugar, mejorar la percepción de seguridad, mediante acciones visibles que brinden confianza a los visitantes. En segundo lugar, garantizar que la infraestructura turística, de transporte, alojamiento y servicios complementarios cumpla con estándares atractivos para turistas exigentes. En tercer lugar, que los descuentos y cupones de la cuponera digital sean realmente accesibles y útiles para los viajeros, de modo que el incentivo no quede solo en una oferta simbólica, sino que genere un cambio tangible en los patrones de visita. Todo ello acompañado de una promoción constante y coherente en el tiempo.
Con esta iniciativa Panamá apuesta por transformar el flujo turístico en estancias más prolongadas y con mayor gasto, para cerrar la brecha con otros destinos del entorno y consolidarse como un destino completo, seguro y deseado tanto por quienes ya lo conocen como por quienes solo lo reconocen de nombre. Si se ejecuta bien, la campaña podría suponer un impulso importante para el turismo nacional y una forma eficaz de maximizar los beneficios del sector turístico para la economía panameña.