Dan Richards, CEO de The Global Rescue Companies, subraya que “la IA está transformando la forma en que los viajeros investigan y se preparan para sus viajes, y la próxima generación de trotamundos la está adoptando plenamente”. No obstante, enfatiza que esta adopción no es universal: la confianza en la IA, sobre todo en situaciones de alto riesgo, sigue siendo una barrera pendiente.
Aun así, el balance es alentador: el 79 % de quienes la han utilizado calificó estas herramientas como “muy” o “mayormente” útiles, alcanzando este porcentaje un 85 % entre los viajeros menores de 35 años, quienes además se mostraron ligeramente más satisfechos que los de más edad. Con respecto al género, los hombres fueron un poco más entusiastas (32 % dijo que la IA era “muy útil”) comparado con las mujeres (26 %).
Sin embargo, cuando se pregunta sobre el uso de IA en situaciones de emergencia en el extranjero, los encuestados se muestran cautelosos: apenas el 30 % confiaba en que la IA actuaría con precisión, el 33 % no lo haría y el 37 % se mantuvo indeciso. En un contraste curioso, aunque los más jóvenes mostraron confianza relativa, el 58 % de los menores de 35 años afirmó que no confiaría en la IA en una emergencia, casi el doble del promedio general, mientras que entre los mayores de 55 años ese porcentaje llegó al 29 %.
A pesar de estas reservas, el interés por volver a utilizar IA en viajes futuros es alto: el 89 % de los viajeros se muestra “muy probable” o “probable” de usar nuevamente estas herramientas, con un entusiasmo especial en los menores de 35 años (38 % frente al 36 % en el grupo intermedio), mientras que solo el 28 % de las mujeres se inclina por “muy probable”, frente al 33 % de los hombres.
Cuando se les pregunta sobre sus preferencias en cuanto al origen de las recomendaciones —IA, humanos o una combinación—, la opción más elegida fue la mixtura: justo la mitad de los encuestados señaló que prefiere una combinación de ambas fuentes. Solo un 4 % se mostró cómodo recibiendo únicamente sugerencias generadas por IA, mientras que el 45 % sigue inclinándose por la intervención humana. Al comparar géneros, las mujeres mostraron mayor preferencia por la recomendación humana (53 %) en comparación con los hombres (43 %), mientras que el 56 % de los viajeros no estadounidenses expresó apertura a un enfoque mixto, frente al 48 % de los estadounidenses.
Este comportamiento refleja una tendencia global: según estudios recientes, el uso de la IA está permeando incluso en grupos previamente considerados reticentes. Por ejemplo, un informe de Menlo Ventures indica que hasta el 45 % de los ‘Baby Boomers’ ya utiliza IA para planificar sus viajes, destinando un 11 % a hacerlo con regularidad, gracias a soluciones como Drimer que generan itinerarios rápidos y personalizados teniendo en cuenta aspectos culturales, dietéticos o de accesibilidad.
En Europa los consumidores muestran una creciente conciencia sobre la IA: el 93 % considera que las empresas deben informar cuando usan IA en lugar de humanos, y una cifra similar respalda la regulación de su desarrollo, según el CIS español. En España específicamente, un estudio reciente reveló que los jóvenes confían más en ChatGPT que en influencers al tomar decisiones de compra: el 84 % consulta IA para viajes, y más del 70 % entre menores de 30 años ya utiliza herramientas de IA generativa.
Con todo esto, la conclusión es clara: la inteligencia artificial se consolida como un aliado cada vez más presente en el turismo, especialmente entre generaciones jóvenes. Aun así, la confianza, la seguridad y el equilibrio con lo humano siguen siendo esenciales para su aceptación y evolución. En este escenario, la industria de viajes enfrenta el reto y la oportunidad de fusionar con éxito experiencia humana e innovación tecnológica.