Dentro de este panorama en transformación, la Unión Europea se prepara para lanzar en 2026 el sistema ETIAS (Sistema Europeo de Información y Autorización de Viaje), que exigirá una autorización digital previa a los viajeros exentos de visado que planeen ingresar al espacio Schengen. La mayoría de los trámites se realizarán en línea y se resolverán en minutos, lo que permitirá agilizar aún más la integración y accesibilidad de los viajes dentro del continente. En paralelo, el Reino Unido ya ha implementado su sistema ETA (Electronic Travel Authorization), obligatorio para visitantes de países exentos de visado tras el Brexit, con una validez de dos años y tramitación totalmente digital.
A nivel global destacan también ejemplos clave como el de Arabia Saudita, que integra el visado electrónico como parte de su estrategia Visión 2030 para diversificar su economía y potenciar el turismo, permitiendo que viajeros con visados válidos para la UE, Reino Unido o EE. UU. obtengan visados a la llegada. India ha consolidado uno de los programas de e‑Visa más extensos del mundo, disponible para ciudadanos de más de 160 países; desde 2020 ha emitido más de 9,6 millones de visas electrónicas. Tailandia también ha dado pasos firmes: desde el 1 de enero de 2025, su e‑Visa está disponible para el mundo entero, y se exige desde el 1 de mayo la tarjeta digital de llegada (TDAC), reemplazando el antiguo formulario en papel. En Latinoamérica, Brasil y Colombia avanzan con acuerdos bilaterales y procedimientos digitales en colaboración con Estados Unidos, Canadá y la UE.
La evolución tecnológica avanza sin detenerse con la integración de visados biométricos y pasaportes digitales. En Singapur, Corea del Sur y Emiratos Árabes Unidos ya se han desplegado pilotos en aeropuertos donde los pasajeros pueden ser validados mediante reconocimiento facial o del iris sin necesidad de presentar documentos físicos, reduciendo el tiempo de espera hasta un 60 %, lo que equivale a apenas 10 segundos por viajero. Los aeropuertos de Dubái y Abu Dhabi han instalado puertas inteligentes (“Smart Gates”) que automatizan totalmente los controles de entrada y salida sin sellos ni intervención manual.
Este proceso de digitalización también ha transformado la labor de las agencias de viajes, facilitando su gestión y permitiéndoles ofrecer un servicio más ágil. Al mismo tiempo, refuerza su papel como asesores especializados para viajeros menos habituados a los trámites electrónicos o que visitan destinos con normativas más complejas.
Más allá de su utilidad inmediata, los visados digitales representan una revolución en la forma de concebir la movilidad internacional. Facilitan que los destinos resulten más accesibles, reducen fricciones y mejoran la experiencia del viajero; además, al digitalizar los procesos y reducir la necesidad de trámites presenciales, refuerzan la seguridad, minimizan errores burocráticos y permiten una gestión más eficiente de los flujos migratorios.
El futuro de los viajes ya se vislumbra digital y biométrico, donde las fronteras se cruzan con un solo destello de reconocimiento facial o la aprobación de un formulario en línea. Y esa visión no solo reduce momentos de espera, sino que transforma la experiencia del turista en algo más fluido, seguro y conectado.