Awilda de Jesús
Turismo inmobiliario: caso República Dominicana
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El turismo como tal, nace en el siglo XIX, producto de la Revolución Industrial, con movimientos o desplazamientos cuyo fin principal es el ocio, el descanso, la cultura, la salud, la religión, la gastronomía, negocios o relaciones familiares.
República Dominicana es sin lugar a dudas, uno de los grandes destinos favoritos para el turismo. Es conocida por su clima tropical y por unas playas que parecen sacadas directamente de películas de fantasía. Tiene todo lo que los turistas amantes del sol, el mar y la gente solidaria puedan imaginar en todos los frentes posibles, pero aparte de un turismo de playas, ofrece también un turismo de negocio, turismo deportivo, turismo de boda y cruceros, ecoturismo, turismo de salud, turismo de aventuras con una tonelada de rutas y excursiones por diferentes partes de la región para descubrir los encantos históricos de Santo Domingo, la naturaleza en su estado más puro de Jarabacoa, la magia de Puerto Plata o incluso los preciosos paisajes de Samaná.
Por otro lado, en el territorio dominicano, no solo hay recursos para fomentar el turismo vacacional, sino también otros renglones como son: el gastronómico, en el que el país ofrece diversas rutas gastronómicas para los amantes de la buena comida, como son la ruta del café, del cacao, del ron, del tabaco, entre otras, que seducirán tu paladar. Así mismo, el inmobiliario, poniendo a disposición de los turistas, alojamientos diseñados a su estilo y confort.
Es así como surge el turismo inmobiliario, cuando se desea poseer un espacio que permita visitar el lugar con cierta periodicidad, por lo que está dirigido a personas que quieren hacer inversión en el país a través de la compra de una propiedad (casa, apartamento, villa) en sectores turísticos, bien sea para el disfrute vacacional cuando se desee o la disposición para la obtención de una renta, en cuyos casos, la vivienda debe cumplir ciertas condiciones, como son: ubicación privilegiada, en un clima agradable, la cultura, el coste de vida, que esté rodeado de sitios gastronómicos y sea foco para el entretenimiento.
La afluencia de turismo en República Dominicana es cada vez mayor, por lo que, las personas siempre van a necesitar un lugar donde llegar y hospedarse por algún tiempo determinado, esto ha incrementado la demanda a nivel internacional del mercado inmobiliario de la República Dominicana.
Y es que razones no le faltan para plantearse con seguridad la posibilidad de quedarse para siempre en este país caribeño, pues todo en esta península caribeña resulta un espacio ideal, exquisito, para instalarse a vivir. A parte de sus atractivos turísticos, sus majestuosas montañas, patrimonio histórico, gastronomía y, sobre todo, su calidad humana, también por el bajo coste de la vivienda.
En República Dominicana se estima que aproximadamente con 1,200 euros es más que suficiente para mantener a una familia cómodamente. Con 1,900 euros se considera que podrá tener y disfrutar de una excelente calidad de vida, accediendo sin problemas a todos los servicios. Con estos sueldos, que son bastante normales en España, se estará en condiciones óptimas para adquirir los apartamentos y villas en los lugares más privilegiados de este país caribeño.
Aún teniendo todo el territorio de República Dominicana como destino ideal, existen zonas concretas donde se ha desarrollado un crecimiento en infraestructuras que la hacen más interesante aún:
Bávaro, en Punta Cana
Esta ciudad recibe cada año más de 7.5 millones de turistas, por lo que también resulta un lugar excelente para invertir en bienes inmuebles, ya sea para disfrutarlo en primera persona como para dedicarlo al alquiler. Una acción financiera con una rápida amortización, ya que está prácticamente garantizada la clientela.
Cap Cana, en Punta Cana
Cap Cana es otro destino turístico de ensueño. Ahora, con la construcción del complejo turístico de la Marina, ha adquirido la consideración de puerto protegido, revalorizando toda la zona por lo que significa en cuanto a la seguridad que representa cuando llega la temporada de huracanes.
Por otro lado, el desarrollo de las infraestructuras turísticas que tiene lugar en Cap Cana mantiene el objetivo de preservar su fabuloso entorno natural. Esto significa que, además de recibir los beneficios del turismo internacional, al adquirir un apartamento, una propiedad o una villa en este rincón de la República Dominicana, se podrá seguir disfrutando de su impresionante y variada flora tropical o de manantiales naturales, como el Hoyo Azul o el cenote de Las Ondas.
Santo Domingo, la capital de República Dominicana
Sin lugar a dudas, vivir en la capital tiene un encanto especial y la facilidad para acceder a los centros culturales, comerciales e industriales. Es el lugar predilecto para vivir de la mayor parte de turistas que toman esta decisión.
Santo Domingo mantiene un crecimiento económico constante, ideal para formar una familia y establecerse definitivamente. Los espacios más populares son la Ciudad Colonial (parte antigua) con sus museos y catedrales, la Costa Verde (zona privilegiada con casas de lujo) muy cercana al mar o San Gerónimo (espacio más tranquilo y apartado de las zonas más conflictivas) para familias, con zonas verdes y parques.
Santiago de Los Caballeros, la segunda ciudad en importancia
Esta ciudad es un productor agrícola de cierta importancia, aunque mantiene su propio atractivo turístico gracias a su historia, cultura y tradiciones. Santiago de los Caballeros también cuenta con un crecimiento económico constante, usada para instalarse cadenas de alimentación y de la moda. Buenas zonas para vivir son su Centro, Cerro Hermoso (espacios recreativos, restaurantes, centros comerciales…) y Concepción de la Vega (cerca de todo y lo suficientemente tranquilo), muy próximo a los ríos de La Confluencia y Yamín.
San Felipe de Puerto Plata y Samaná
Si se está pensando en venir a vivir a República Dominicana, no se debe dejar pasar dos ciudades alejadas, pero con una intensa vida social y laboral.
En primer lugar, Puerto Plata, una agradable ciudad, privilegiada en cuanto a ubicación, clima y población. Se trata de un pequeño tesoro dominicano que ofrece una atractiva propuesta en servicios de calidad, ya que su crecimiento económico sigue la tendencia del resto de ciudades importantes del país. Por si fuera poco, el entorno natural es un lujo, tanto por sus montañas como por su costa. Además, su comunicación con el mundo es excelente, ya que cuenta con aeropuerto propio y puertos marítimos.
En segundo lugar, Samaná, ubicada en la península oriental, es aquí donde se ubica la popular zona de Las Galeras, ideal para aquellos que quieren alejarse del turismo de masa sin dar de lado los parajes naturales. Aquí hay de todo, sobre todo calidad humana, es el mejor lugar para compartir la vida con los auténticos lugareños.
El turismo inmobiliario, es la nueva tendencia más productivas y satisfactorias, en cuestión de inversión, por el amplio potencial que tiene y el que a futuro se proyecta en la República Dominicana, país que se ha posicionado en los últimos años como uno de los destinos preferidos entre turistas y gente de negocios llegados de todas partes del mundo, tanto así que hoy día hay más de US$10,000 millones invertidos en el sector, lo que lo hace merecedor de mención, ya que además es uno de los más importantes aportes a la economía nacional, pues incentiva la inversión extranjera, genera nuevos empleos y desarrolla atractivos turísticos en regiones específicas.
Sin lugar a dudas, una oportunidad de negocio que muchos no han querido perder de vista. Además, actualmente, con la ayuda y el asesoramiento personalizado de agencias de turismo inmobiliario como PaisnatuRD (www.paisnaturd.com), cualquiera que quiera conocer o invertir en República Dominicana lo tiene ahora mucho más fácil, esta agencia tiene sede en Madrid, España y brinda un asesoramiento en inversión inmobiliaria en todo momento, logrando posicionarse como una de las agencias preferidas entre aquellos que buscan comprar apartamentos y villas en República Dominicana.
Las ideas y opiniones expresadas en este documento no reflejan necesariamente la posición oficial del Tourism and Society Think Tank ni comprometen en modo alguno a la Organización, y no deberán atribuirse al TSTT o a sus miembros.
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