Isabela Martins
Viaje al Paraíso: Santa Marta en su V Centenario como destino de inversión turística
Isabela Martins
Viaje al Paraíso: Santa Marta en su V Centenario como destino de inversión turística
Isabela Martins
Viaje al Paraíso: Santa Marta en su V Centenario como destino de inversión turística
Cuando piso las calles de Santa Marta, siento que estoy caminando sobre una historia viva. Este año, mientras celebra el V Centenario de la ciudad, no puedo evitar reflexionar sobre la transformación que ha experimentado desde mi primera visita haya por el año 2018 y el potencial que este lugar tiene como uno de los destinos turísticos más prometedores de la región.
Santa Marta no es solo una ciudad; es un viaje al paraíso. Un paraíso que no solo atrae a turistas ávidos de playas de ensueño y paisajes naturales, sino también a inversores visionarios que ven en esta tierra un sinfín de oportunidades.
Ubicada en el Caribe colombiano, Santa Marta ha sido un punto de encuentro entre culturas desde su fundación en 1525. Hoy, cinco siglos después, su magia sigue intacta. Este aniversario no solo es una oportunidad para honrar su pasado, sino también para proyectar un futuro lleno de posibilidades. Y cuando pienso en el futuro, no puedo evitar imaginar cómo la ciudad podría consolidarse como un referente del turismo sostenible, combinando su inigualable belleza natural con el progreso económico.
La joya del Caribe
Santa Marta está rodeada de un mosaico de maravillas naturales que hacen de esta ciudad un destino único. Desde la Sierra Nevada, con sus picos nevados que parecen tocar el cielo, hasta las playas de aguas cristalinas del Parque Nacional Natural Tayrona, la región es un testimonio viviente de la diversidad y riqueza de Colombia. No es exagerado decir que Santa Marta tiene algo para todos: historia, cultura, biodiversidad y aventuras al aire libre.
Para quienes buscan sol y arena, sus playas son un refugio incomparable. Bahía Concha, Playa Cristal y Taganga son apenas algunos ejemplos de los muchos rincones idílicos que atraen a turistas de todo el mundo. Pero Santa Marta es mucho más que playas: es también hogar de comunidades indígenas como los Kogi, Wiwa y Arhuaco, quienes nos enseñan la importancia de preservar y respetar la naturaleza.
La Sierra Nevada de Santa Marta, reconocida como el sistema montañoso costero más alto del mundo, alberga una biodiversidad inigualable. Este paraíso medioambiental ofrece un sinfín de actividades para los amantes de la naturaleza: senderismo, avistamiento de aves y la posibilidad de conectarse con un entorno que parece haber sido tocado por los dioses.
Un llamado a los inversores
En este contexto de riqueza natural y cultural, Santa Marta se presenta como una oportunidad dorada para inversores interesados en la industria del turismo. El potencial de la ciudad para desarrollar un turismo sostenible es enorme, y el momento de actuar es ahora.
El crecimiento del sector turístico en los últimos años ha sido notable, pero todavía hay mucho por hacer. Las inversiones en infraestructura turística, como hoteles ecológicos, resorts de lujo, restaurantes y servicios de transporte, podrían elevar significativamente su competitividad en el mercado global. Además, iniciativas centradas en el ecoturismo y el turismo cultural no solo beneficiarían a la economía local, sino que también contribuirían a la conservación del entorno natural y patrimonial.
Imaginemos, por ejemplo, un resort sostenible que combine arquitectura moderna con tradiciones locales, empleando materiales ecoamigables y promoviendo el uso de energías renovables. Este tipo de proyectos no solo atraería a visitantes conscientes del medio ambiente, sino que también generaría empleo y bienestar para las comunidades.
La importancia del turismo sostenible
En un mundo cada vez más consciente de la necesidad de cuidar nuestro planeta, Santa Marta tiene el potencial de convertirse en un modelo de turismo sostenible. Esto implica planificar el desarrollo de nuestra ciudad y sus alrededores de manera que minimice el impacto ambiental y promueva el bienestar social.
Un ejemplo inspirador es el ecoturismo en la Sierra Nevada. Las comunidades indígenas han desempeñado un papel fundamental en la preservación de este ecosistema único, y cualquier inversión en la zona debe respetar su visión del mundo. Los recorridos guiados por líderes indígenas no solo ofrecen una experiencia enriquecedora para los visitantes, sino que también generan ingresos para estas comunidades, fortaleciendo su autonomía y protegiendo su herencia cultural.
En las playas, por otro lado, las iniciativas de limpieza y conservación son cruciales. Es necesario promover prácticas responsables entre los turistas, como evitar el uso de plásticos de un solo uso y respetar la flora y fauna local. Al mismo tiempo, debe fomentar el uso de energías limpias en las instalaciones turísticas y promover la educación ambiental entre locales y visitantes.
Por supuesto, el camino hacia un futuro próspero no está exento de desafíos. Uno de los principales obstáculos que enfrenta es la necesidad de mejorar la infraestructura. Si bien cuenta con un aeropuerto internacional y una red vial en crecimiento, aún hay áreas que necesitan mayor conectividad y acceso. Asimismo, la formación del talento local es fundamental para garantizar que los beneficios del turismo lleguen a todos los sectores de la población.
Un llamado al mundo
Como mujer periodista nacida y criada en una pequeña ciudad costera de Brasil, siento una profunda responsabilidad de compartir con el mundo la belleza y el potencial de esta ciudad. Este V Centenario es una oportunidad para celebrar lo que es y para imaginar lo que puede llegar a ser. Invito a los inversores a mirar más allá de las postales y a ver en Santa Marta un lugar donde los sueños de sostenibilidad y prosperidad pueden hacerse realidad.
En este viaje al paraíso, hay espacio para todos: para quienes buscan descanso, para quienes anhelan aventuras, para quienes desean conectar con la naturaleza y para quienes quieren ser parte de un proyecto de futuro. Santa Marta está lista para dar el siguiente paso.
En palabras de un líder local conectado con la naturaleza y con los ancestros indígenas: “La tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a ella”. Que este pensamiento nos guíe mientras preparamos nuestro viaje a un paraíso sostenible y que de seguro será próspero para las futuras generaciones.
Autora: Isabela Martins
Periodista del TSTT
Las ideas y opiniones expresadas en este documento no reflejan necesariamente la posición oficial del Tourism and Society Think Tank ni comprometen en modo alguno a la Organización, y no deberán atribuirse al TSTT o a sus miembros.
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