Jean-Philippe Martin
Los nuevos iconos turísticos de las ciudades. El descubrimiento creativo en Santa Marta (Colombia)
En la historia de las ciudades, los iconos arquitectónicos han jugado siempre un papel fundamental en la construcción de la identidad urbana y en la atracción turística. Desde la Torre Eiffel en París hasta la Ópera de Sídney, estos hitos se convierten en símbolos que trascienden lo meramente funcional para transformarse en representaciones culturales, emocionales y hasta espirituales de un lugar. Hoy, en pleno siglo XXI, las ciudades están generando sus propios íconos, fusionando tradición, innovación y sostenibilidad.
Gracias a la generosidad de mi amigo Antonio Santos, presidente del Tourism and Society Think Tank (TSTT), y de Noah Laurent, he recibido una serie de propuestas arquitectónicas del joven creador colombiano Ciro Sánchez Peñaranda, fundador de Estudio Contrasto realizada para la ciudad de Santa Marta en Colombia, ciudad que conocí hace unos 6 años de paso hacia Cartagena de Indias. Estas propuestas emergen como un laboratorio creativo donde la arquitectura y el urbanismo dialogan con el mar Caribe, la Sierra Nevada y la alegría de sus ciudadanos.
Estas obras, que me llegaron como refrescantes creaciones impregnadas de luz y del aire caribeño, no solo son proyectos, sino verdaderos manifiestos urbanos que revelan el camino hacia una nueva iconografía turística que son actualidad en las tendencias internacionales.
Cuando me preguntan que es un icono turístico, respondo que este no es únicamente un edificio llamativo; es una experiencia compartida que condensa valores de pertenencia y al mismo tiempo proyecta modernidad. Las ciudades los utilizan como catalizadores de inversión, dinamizadores del turismo y narradores de identidad.
En el caso de la ciudad caribeña, y aunque no estoy actualizado sobre la realidad de la ciudad de Santa Marta, conocida como la ciudad más antigua de Colombia, estás propuestas aportan actualidad repertorio simbólico, ir más allá de su herencia colonial o de su privilegiada naturaleza, y dotarse de referentes que conecten con las nuevas generaciones de viajeros.
En este contexto, las propuestas arquitectónicas de Sánchez Peñaranda responden a un doble desafío: por un lado, revitalizar la imagen urbana mediante proyectos innovadores, y por otro, asegurar que estos nuevos hitos dialoguen con la memoria histórica y la sostenibilidad ambiental.
Las creaciones de Ciro Sánchez, del estudio Contrasto son ejemplos de cómo la arquitectura puede funcionar como narrativa cultural. Entre ellas destacan proyectos como Arena SMR Eduardo Santos un espacio deportivo y de entretenimiento con enfoque bioclimático, que incorpora ventilación cruzada, recolección de aguas lluvias y zonas verdes integradas. Este estadio se concibe no solo como un recinto deportivo, sino como un parque urbano abierto al turismo y a la vida cotidiana de los habitantes.
Otro proyecto notablemente turísticos, es La Perla, un espacio frente al mar que integra patrimonio, cultura y naturaleza. La obra respeta edificaciones históricas como el Hospital San Juan de Dios y propone espejos de agua, vegetación y recorridos peatonales que vinculan el paisaje marino con la memoria urbana. Se trata de un diseño que eleva el patrimonio a un diálogo contemporáneo, creando un hito cultural accesible y vibrante.
Asimismo, el proyecto La Esperanza representa la idea de símbolo de cambio y transformación, ahora que veo en internet que cumple 500 años de la fundación de la ciudad. Más que un edificio, es un nuevo pulmón para la ciudad, con cubiertas verdes transitables, energía solar y áreas para la gobernación, el coworking y la recreación. El mensaje es claro: un ícono turístico puede ser al mismo tiempo motor administrativo y espacio ciudadano.
Finalmente, Taiku se concibe como un híbrido entre escultura habitable y centro de entretenimiento. Con zonas de conciertos, muros de escalar, áreas inclusivas para niños y adultos mayores, el edificio se erige como un lugar de encuentro intergeneracional y cultural. Su geometrización inspirada en el oleaje convierte al conjunto en un verdadero símbolo caribeño.
Pero más allá de la obra, Sánchez es un arquitecto que combina rigor técnico con sensibilidad artística y creo saber que sus proyectos muestran un compromiso con la innovación, pero también con el entorno, buscando siempre integrar naturaleza, comunidad y turismo.
Lo que más sorprende y refrescante de su portafolio, sobre por su juventud que creo que tiene por la fotografía que me envían, es la capacidad de generar contrastes: espacios que son a la vez espectaculares y funcionales, vanguardistas y respetuosos del patrimonio. Desde centros comerciales como Ocean Mall hasta viviendas en Minca o Neguanje, su obra explora la diversidad caribeña sin perder coherencia estética, algo que deberíamos recordar los creadores europeos que viven en las clonaciones de obras desde los años 90.
Arquitecto Ciro Sánchez Peñaranda. Estudio Contrasto
En sus propuestas para Santa Marta, Sánchez, al que, repito, conozco por Antonio Santos y Noah, logra transmitir esa frescura que caracteriza al Caribe colombiano: la luz intensa, la brisa marina, los ritmos urbanos y las raíces culturales. Cada proyecto se convierte en un microcosmos de la ciudad, un ícono potencial para atraer visitantes y, al mismo tiempo, mejorar la vida de los ciudadanos.
Tomando como ejemplo las creaciones de Sánchez, la construcción de iconos turísticos no puede entenderse únicamente como una cuestión de marketing. Son apuestas estratégicas que implican planificación urbana, participación social y visión de futuro. En el caso de la ciudad de Santa Marta, estos proyectos demuestran que un nuevo urbanismo caribeño es posible, uno que valore la sostenibilidad, la inclusión y el patrimonio.
La globalización nos ha mostrado que las ciudades que logran posicionarse en el imaginario colectivo son aquellas que cuentan con símbolos potentes. Santa Marta tiene ante sí la oportunidad de redefinir su identidad mediante estas obras. El turismo, que representa uno de los motores económicos más importantes de las ciudades, encuentran en estos íconos una herramienta para diversificar la oferta y prolongar la estancia de los visitantes.
Como arquitecto europeo, me emociona ver cómo en América Latina se están gestando iconos urbanos de gran potencia simbólica. La arquitectura contemporánea no necesita copiar modelos extranjeros: puede y debe inspirarse en su propio entorno, en su cultura y en su gente.
Los iconos turísticos de hoy no se limitan a ser postales: son experiencias sostenibles, inclusivas y creativas. Es aquí donde los arquitectos visionarios, están en camino de regalar al mundo un nuevo repertorio de símbolos inolvidables.
Autor: Jean-Philippe Martin
Arquitecto, académico y en constante movimiento
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