Marco Antonio Abastoflor Portugal
Bolivia Bicentenaria: el turismo como vector de integración, desarrollo sostenible y proyección internacional
Marco Antonio Abastoflor Portugal
Bolivia Bicentenaria: el turismo como vector de integración, desarrollo sostenible y proyección internacional
Otros artículos del autor: Viviendo la cultura: El encanto del turismo patrimonial el mundo
Marco Antonio Abastoflor Portugal
Bolivia Bicentenaria: el turismo como vector de integración, desarrollo sostenible y proyección internacional
Introducción
En el marco del bicentenario de la fundación de Bolivia, el país enfrenta el desafío y la oportunidad de repensar su papel en el turismo mundial. Bolivia, ubicada en el corazón de América del Sur, es reconocida por su extraordinaria diversidad biogeográfica, mosaico cultural y una historia política y social singular llena de resiliencia. La oportunidad del bicentenario invita a analizar la importancia estratégica del turismo tanto para la economía nacional como para la cohesión social, la preservación ambiental y la proyección internacional del país. Este artículo, explora los avances, retos y potencialidades del turismo boliviano en el siglo XXI.
Potencialidades del Destino Bolivia
Bolivia es un destino único en Sudamérica por varias razones. Desde el Altiplano andino, con sus paisajes sobrecogedores como el Salar de Uyuni —el mayor desierto de sal del mundo— y el Lago Titicaca —el lago navegable más alto del planeta—, hasta la Amazonía boliviana, pasando por valles templados, desiertos y bosques secos, el país ofrece productos turísticos que combinan naturaleza, cultura y espiritualidad.
1. Diversidad Natural y Ecoturismo
Bolivia alberga seis ecorregiones y cinco patrimonios naturales UNESCO, entre los que destacan el Parque Nacional Noel Kempff Mercado y el área de los Yungas. El turismo de naturaleza, observación de aves, pesca deportiva, senderismo y viajes científicos encuentran aquí un hábitat privilegiado.
El ecoturismo boliviano puede ofrecer experiencias auténticas y sostenibles debido a la baja masificación y la convicción de comunidades indígenas en prácticas de conservación.
Patrimonio Cultural y Turismo Vivencial
Bolivia es uno de los países con mayor diversidad étnica del continente, hogar de 36 pueblos indígenas reconocidos. Festividades como el Carnaval de Oruro (Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad UNESCO), las entradas folklóricas, misas andinas y prácticas musicales y textiles son expresiones vivas de un patrimonio multicultural
La Ruta de las Misiones Jesuitas, la Ruta del Qhapaq Ñan (Camino del Inca), la arquitectura colonial de Sucre y Potosí, así como la calle Jaén y la Basílica de San Francisco en La Paz, estructuran circuitos de alto valor interpretativo.
Turismo de Aventura y Experiencias Únicas
La geografía andina y amazónica propicia un turismo de aventura creciente: ciclismo de montaña en la “Ruta de la Muerte”, escalada en la Cordillera Real, travesías en vehículos todo terreno por el sur de Uyuni, rafting en ríos amazónicos y caminatas por parques nacionales.
Contribución Económica y Social
El turismo ha representado históricamente entre 3% y 6% del PIB nacional, generando cerca de 350,000 empleos directos e indirectos y constituyendo una de las principales fuentes de ingreso de divisas no tradicionales. Aunque los efectos de la pandemia global de COVID-19 ralentizaron el flujo turístico, cifras recientes muestran una recuperación progresiva: en 2024, el país superó la llegada de 1.1 millones de turistas internacionales, acercándose gradualmente a registros pre pandemia.
El turismo, especialmente en espacios rurales e indígenas, significa una fuente de empleo y una herramienta para la reducción de la pobreza, la equidad de género y la revitalización de saberes ancestrales. Iniciativas comunitarias en la Isla del Sol, Chalalán en el Parque Madidi y diversas comunidades en los Yungas y en Uyuni al sur de Bolivia evidencian el valor de los modelos alternativos, basados en la autogestión y la distribución equitativa de los beneficios.
Preservación de la Identidad y el Patrimonio
Más allá de los aportes materiales, el turismo en Bolivia tiene una dimensión intangible y a menudo subestimada: la revitalización identitaria y el orgullo nacional en un contexto atravesado por procesos de modernización y urbanización. El turismo funge, así como un “escenario público” donde los relatos históricos, las prácticas religiosas, el arte popular y la memoria colectiva se actualizan y resignifican frente a públicos transnacionales.
Programas como la larga Noche de Museos y circuitos temáticos en la Calle Jaén, la proyección internacional de la arquitectura andina contemporánea (Freddy Mamani, cholets de El Alto) y los festivales de música y cine indígena contribuyen a posicionar a Bolivia como un epicentro de creatividad y diálogo intercultural.
Desafíos del desarrollo turístico en Bicentenario
A pesar de sus potencialidades, el turismo boliviano enfrenta desafíos estructurales que el bicentenario invita a abordar desde una visión estratégica:
Infraestructura y Conectividad
Las rutas de acceso, la conectividad aérea, la señalización, la infraestructura hotelera y la accesibilidad para visitantes con discapacidad aún presentan carencias notables. La mejora en la conectividad digital y en la infraestructura vial es clave para llegar a nuevos mercados y para potenciar el turismo interno.
Capacitación profesional y calidad
Bolivia necesita fortalecer la formación de recursos humanos, desde guías bilingües y gestores culturales hasta hoteleros y especialistas en sostenibilidad. El cumplimiento de estándares internacionales de calidad y seguridad, así como la adopción de normativas ISO y buenas prácticas sostenibles, son requerimientos crecientes en un mercado globalizado.
Gestión sostenible y resiliencia
El cambio climático, la degradación ambiental y las presiones sobre áreas patrimoniales como Uyuni y el Lago Titicaca exigen una gestión adaptativa, basada en ciencia y en articulación con las comunidades locales. La actualización y aplicación efectiva de políticas nacionales como la “Estrategia Nacional de Turismo Sostenible” deben ser prioridad para mitigar impactos negativos y para promover el turismo responsable y resiliente.
Promoción internacional y Marca País
Aunque Bolivia posee una riqueza sin igual, la visibilidad global de su marca turística es aún limitada en comparación con países vecinos como Perú, Chile y Brasil. Es imprescindible consolidar campañas de promoción digital, alianzas con operadores globales y la participación activa en ferias y eventos internacionales, posicionando a Bolivia como destino seguro, diverso y hospitalario.
Innovación, tecnología y nuevas tendencias
El bicentenario también coincide con una revolución tecnológica en el sector turístico. El papel de tecnologías como el big data, la inteligencia artificial, los sistemas de reservas en línea, la gamificación y la realidad virtual aumentan la competitividad del destino y mejoran la experiencia del visitante, desde la planificación del viaje hasta la interpretación de recursos patrimoniales. Iniciativas como las que se trabaja en Perú con los smart territories, digitalización de museos y rutas turísticas virtuales en Bolivia muestran una incipiente, aunque prometedora, convergencia entre turismo y cuarta revolución industrial.
El turismo de nicho —como el astroturismo en el Altiplano, el birdwatching en el Beni, el turismo wellness y los retiros espirituales andinos— responde a nuevas motivaciones viajeras pospandemia, enfocadas en el bienestar, la exclusividad y la sostenibilidad.
El turismo como vector de integración regional
El papel de Bolivia en la integración regional es ineludible. El turismo atraviesa corredores binacionales (como la Ruta del Qhapaq Ñan) y trinacionales (Pantanal, Chaco, Amazonía), facilitando el diálogo con países vecinos y contribuyendo a la consolidación de redes de productos complementarios. Además, la cooperación internacional —a través de UNESCO, ONU Turismo, CAF y otros organismos multilaterales— ha permitido implementar proyectos de conservación patrimonial, capacitación y desarrollo comunitario, fortaleciendo las capacidades locales.
Hacia una nueva era del turismo boliviano
El bicentenario de Bolivia no es solo una efeméride histórica, sino un hito para repensar la función estratégica del turismo en la construcción de un país más justo, competitivo y sostenible. El futuro del turismo en Bolivia depende de su capacidad para integrar producción, conservación y cultura, cimentando un modelo de desarrollo que priorice la inclusión, la innovación y la protección del patrimonio.
A los profesionales del turismo en el mundo, Bolivia ofrece una invitación abierta: colaborar en la creación de narrativas y circuitos innovadores, compartir conocimientos, invertir en productos responsables y descubrir, junto a sus habitantes, la riqueza de un país que celebra dos siglos de vida independiente con el anhelo de construir otros dos colmados de diversidad e integración.
El turismo en Bolivia es, por tanto, esencia y posibilidad; es herencia y horizonte. El bicentenario marca solo el inicio de una nueva travesía para un destino que exige ser vivido para ser comprendido plenamente.
Autor: Marco Antonio Abastoflor Portugal, Ph.D
Profesor y experto internacional
Las ideas y opiniones expresadas en este documento no reflejan necesariamente la posición oficial del Tourism and Society Think Tank ni comprometen en modo alguno a la Organización, y no deberán atribuirse al TSTT o a sus miembros.
Este sitio utiliza cookies de Google para ofrecer sus servicios y analizar el tráfico. La información sobre su uso de este sitio se comparte con Google. Al utilizar este sitio, usted acepta el uso de cookies.