Armero

Armero, conocido tristemente por la tragedia de 1985, se ha convertido en un destino de turismo religioso y de memoria en Colombia. Lo que antes era una próspera ciudad, hoy es un sitio de peregrinación donde visitantes acuden a recordar a las víctimas y rendir homenaje a la fe y resiliencia de sus habitantes.

Uno de los lugares más simbólicos es el Santuario de la Virgen de Armero, erigido en honor a los fallecidos en la erupción del Nevado del Ruiz. Este sitio es visitado por personas que buscan un espacio de oración y reflexión.

Otro punto de interés es la tumba de Omaira Sánchez, la niña cuya historia conmovió al mundo. Muchos creyentes consideran su memoria un símbolo de fortaleza y devoción.

Cada año, se realizan peregrinaciones y actos litúrgicos en el antiguo casco urbano de Armero, convirtiéndolo en un lugar de profundo significado espiritual. Más allá del dolor, Armero se ha transformado en un símbolo de fe, esperanza y memoria colectiva en Colombia.