El año 2023 marcó un punto de inflexión para el turismo peruano, donde el país no solo fue celebrado por su rica herencia cultural y tradiciones, sino también por su exquisita oferta culinaria, reconocida mundialmente. Estos atractivos han hecho de Perú un destino obligado para viajeros en busca de experiencias únicas y de alto estándar.
El presidente de la Asociación Peruana de Agencias de Viajes y Turismo (Apavit), Ricardo Acosta, proporciona una visión detallada del perfil de gasto de estos turistas. Según Acosta, el turista de lujo en Perú no escatima en gastos, optando por alojamientos de primera línea, experiencias gastronómicas en establecimientos de renombre como Central en Lima, y actividades exclusivas. Este nivel de gasto representa una significativa inyección económica para el país.
Acosta también resalta la importancia de capitalizar sobre características distintivas de Perú. La hospitalidad de su gente y la diversidad de sus destinos son aspectos que, según el empresario, deben ser mejor aprovechados. En este sentido, se señala la necesidad de invertir en infraestructura y servicios que cumplan con los estándares esperados por este segmento de mercado, incluyendo mejoras en centros de atención médica y servicios de emergencia.
El turismo de lujo no solo se limita a Lima y Cusco. Destinos como Arequipa con sus hoteles de lujo, Ica por las fascinantes Líneas de Nazca, las prístinas playas del norte peruano, y los exclusivos lofts en Tarapoto e Iquitos, son parte de esta oferta de alto nivel que Perú tiene para ofrecer.
Mirando hacia el futuro, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) se perfila como una plataforma estratégica para promover aún más el turismo de lujo en Perú. La edición de este año, que se llevará a cabo en noviembre, representa una oportunidad única para Acosta y otros líderes del sector para destacar las bondades de Perú y atraer aún más la atención de un mercado global.
El turismo de lujo, por lo tanto, no es solo un motor económico, sino también una oportunidad para mostrar al mundo la riqueza cultural, histórica y natural de Perú. Con la adecuada inversión y promoción, este segmento podría convertirse en un pilar fundamental del desarrollo turístico y económico del país.