Nicolás Raffo Menoni 

La actualidad turística del Uruguay, en Sudamérica

Uruguay siempre ha sido un país que se ha caracterizado por ser un destino receptor de turistas, en su gran mayoría provenientes de Argentina y Brasil, que son los países limítrofes que tienen frontera directa con nuestro territorio y que en condiciones normales, y según el año de referencia aportan entre un 70 y 80% de los arribos totales.

Viendo la realidad actual de nuestra región a nivel de Turismo (este análisis se hace a mediados del mes de julio del año 2022), vemos que la situación ha cambiado y que nuestro país es hoy el segundo destino emisor hacia Argentina, solo por detrás de Brasil; tanto en la cantidad de turistas, como en la recuperación de mercados.  En mayo de este año se superó en un 163% las cifras prepandemia de mayo del año 2019.

Si miramos los números de referencia para Uruguay, vemos que la tendencia emisora no se detiene y crece; en las dos primeras semanas de julio salieron 163.810 uruguayos e ingresaron en igual período unos 74.000 extranjeros (según cifras de la Dirección Nacional de Migraciones).

En proporción; por cada 4 uruguayos salidos ingresó 1 argentino o cada 10 uruguayos que salieron del país ingresó 1 brasileño a Uruguay (ambos países tienen respectivamente 13 y 60 veces más población que nuestro país lo que grafica el desequilibrio actual)

Me encantaría poder lanzar un mensaje optimista y más alentador, pero en la actual coyuntura macro y micro económica, nuestra perspectiva en materia de recuperación receptiva viene complicada en el corto y mediano plazo por las siguientes razones a saber:

1) según un informe de Bloomberg, nuestra región seguirá complicada, siendo Argentina y Brasil dos países con serios riesgos de default para el año 2022 (ocupan los lugares 7 y 11 a nivel global), lo cual los obligará a tener que seguir tomando medidas defensivas que frenarán o enlentecerán la salida de sus residentes.

2) seguirá siendo favorable la salida de uruguayos al exterior debido a las diferencias cambiarías, lo cual también incidirá en un menor turismo interno.

3) la conectividad aérea sigue planchada respecto a la prepandemia y no hay perspectiva de mejora hasta el año 2024; al día de la fecha hay planificados casi un 30% menos de asientos desde y hacia nuestro país.

4) los costos de los pasajes aéreos se incrementarán debido al aumento del petróleo y/o la incorporación de combustibles más sostenibles, pero más caros.

5) se perdió conectividad con uno de los principales destinos emisores en cuanto al gasto, cómo Estados Unidos, y si bien se anunció un retorno a las operaciones desde octubre, los vuelos programados no mueven la aguja y son a confirmar (American Airlines sube y baja a su conveniencia los vuelos programados)

6) nuestra promoción en el exterior es tibia y no muestra signos de ser muy efectiva, al menos en el corto plazo y en vista a las reservas programadas hacia adelante, en parte por las serias dificultades que atraviesan nuestros vecinos, que son nuestros principales socios turísticos.

7) estamos sujetos a fuertes vaivenes que no controlamos, cómo la cancelación de la Temporada de Cruceros del año 21-22 debido a las medidas que aplicó Brasil en desmedro de los otros países de la región.

8) nuestro país viene rezagado en materia de inversión en Tecnología e Innovación, sobre todo a nivel del sector privado, donde se encuentran las Mypes (Micro, pequeñas y medianas empresas) que son la gran mayoría dentro del sector turístico, lo cual dificulta la velocidad de reacción y respuesta, en una época donde el Big Data y la posibilidad de poder contar con información en tiempo real son un verdadero diferencial o una ventaja competitiva.

9) tenemos un flujo turístico fuertemente estacionalizado en la mayoría de los destinos que ofrecemos a nivel país, salvo para el caso de Montevideo, que es la capital del país y en menor medida Colonia.

En base a lo descripto y a las cifras actuales, no se ve una recuperación del Turismo en forma significativa en el corto plazo.     

Si habrá una próxima temporada mejor a la previa, porque la anterior fue simplemente mala o pobre; cómo la quieran llamar, ya que en el primer trimestre del 2022 ingresaron casi 400 mil turistas (que son aproximadamente el 40% de los que ingresaron en iguales trimestres del 2019 o 2020 que son los últimos trimestres “normales” de referencia).

De esta situación se sale trabajando y aportando entre todos; con un análisis fuerte de la situación actual y viendo en qué variables podemos establecer una ventaja competitiva sostenible en el mediano y largo plazo.

Nuestro país debe asumir una estrategia proactiva, apuntar a establecer una imagen fuerte que se pueda y desee comunicar y además buscar que se pueda experimentar por parte de quienes vengan; imagen que debe ser real y no aspiracional (tanto a nivel interno; porque quienes somos los anfitriones estemos convencidos de ella y en lo externo; para que los turistas la puedan vivenciar y comparar contra la imagen que tienen sobre nuestro país al día de hoy),

Si bien puede resultar a concepto obvio y reiterado, hoy más que nunca se tiene que apuntar a una concertación nacional, donde todos los actores de la cadena de valor del Turismo puedan aportar su visión y sus necesidades para entre todos establecer una estrategia con más chances de éxito y que necesariamente debe ser impulsada y liderada desde el ámbito gubernamental.

Mag. Nicolás Raffo Menoni

nicoraffo74@gmail.com

Las ideas y opiniones expresadas en este documento no reflejan necesariamente la posición oficial del Tourism and Society Think Tank ni comprometen en modo alguno a la Organización, y no deberán atribuirse al TSTT o a sus miembros.

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